miércoles, 25 de febrero de 2015

Soy un caso perdido

Siempre he creído que toda persona tiene un toque de despistada,olvidar detalles puede llegar a ser divertido, bueno hacer batallar a alguien más cuando olvida algo siempre es bastante entretenido...
Como esa vez en que hice sufrir a mi despistado ex novio haciéndole creer que se había olvidado de mi cumpleaños o aquella ocasión en que molesté a mi mejor amiga por "haber olvidado imprimir la presentación del trabajo" que por supuesto se entregaba al día siguiente...
Pero los problemas aparecen cuando el despistado eres tú y entonce no sabes si arrancarte la cabeza, llorar o salir corriendo (de donde sea que estés) y en esta ocasión como en muchas otras la despistada era yo...
Mi día comenzó a las 8:20 de la mañana... cuando una voz lejana decía "uno, uno; uno, dos, uno, fiiiiiirmes ¡YA!" fue en ese desagradable momento en el que me dí cuenta de que la luz que entraba por la ventana era mucha para ser tan temprano...mmm suspicious
...espera, ¿Dónde demonios dejé mi celular? bah! otra vez se descargo, pero demasiada luz= mucho sol, mucho sol= ES TARDÍSIMO!!!!!
Me levanté intentando no caerme de la cama por que por supuesto hoy las sábanas parecían estar en mi contra, me lavé la cara corriendo, me vestí como pude tomé mi bolsa y salí en cuanto pude (que bueno que me bañé en la noche)
No supe ni como llegué al buleard que esta a cinco cuadras de mi casa para tomar un taxi (que en mi diccionario mental significa gasto imprevisto que elimina la posibilidad de comer helados o chocolates).
En sus marcas, ¿listos?, ¡fuera!... me pongo crema, polvo y rubor antes de llegara la mitad del camino, voy bien... rimel y el mágico hidratante para labios de EOS sabor menta en el siguiente semáforo, termino y aún faltan dos minutos para llegar a mi trabajo... ;)
Arreglo la bastilla de mi pantalón entrego (aunque no quiero) el dinero al taxista y saludo con un Buenos días al hombre en la puerta como todos los días, pero normalmente no me mira así ni contesta bu-buenos días, ¿Qué pasa? tal vez tuvo una mañana tan apresurada como la mía.
Por si las dudas saco mi espejo y reviso mi rostro: no me manche de rimel, no tengo mejillas de Heidi, parece que todo esta bien... No, algo esta raro pero ¿Qué es? mi cabello, Dios, mi cabello...
En ese momento ya no di gracias por haberme bañado la noche anterior, mi cabello parece una bola enorme de hilos en mi cabeza, esta enredado, literalmente traigo un almohadazo que cualquiera podría ver a metros de distancia... 
-Buenos días.
-Buenos días (primer día en que encuentro al que espero sea mi futuro jefe y justo hoy en que parece que un remolino paso por mi cabeza)
Entro a la oficina, arreglo en medida de lo posible mi cabello y comienzo a trabajar... todo parecía ir bajo control hasta que un compañero de la escuela escribe ¿Me pasas la tarea de la clase de las 5?
-Había tarea??? soy un desastre...
Por si tenían el pendiente, terminé mi tarea antes de escribir esto
Que tengan un lindo día, gracias por leerme. ;)

martes, 17 de febrero de 2015

Fashion kids

Toda niña tiene una belleza natural que la hace irresistible, si a eso le sumas ropa de marca y bien combinada el resultado puede ser.... no se que puede ser.
Al ver imágenes como esta en la red mis sentimientos se contradicen primero viene un "Awwww, se ven tal lindas, quiero una hija así" y después de suspirar y preguntarme como es posible que una niña de 4 o 5 años tenga más estilo del que yo tendré en mi vida pienso esto...
Esas niñas se ven sumamente lindas, pareciera que todo es perfecto, que la ropa fue hecha para ellas y que no sufren con los típicos "no me queda, no luce bien, este color no me va, como que no es mi estilo"... no, parece que todo es su estilo.
Su cabello siempre esta perfecto y me pregunto si esas ondas de sirena con una caída perfecta ¿son naturales?, por un lado quiero imaginar que de niñas todas tenemos ese hermoso y manejable cabello pero... yo no recuerdo las cosas así...
Recuerdo que mi mamá pasaba horas cepillando y desenredando mi cabello (y eso que es lacio), pero realmente me pregunto si las mamás de esas niñas utilizan secadora, tenaza, o plancha para lograr esa linda imagen, si es así debo decir que no estoy de acuerdo.
Por que no me parece que sea algo natural, parece que esas pequeñas salieron del salón de belleza y que en lugar de jugar con muñecas pasaron una hora haciéndose la manicura y viendo Loca por las compras, tal vez para una mujer joven o una adolescente eso es perfecto pero ¿para una niña?

Un nuevo camino

Ese día sin esperarlo se miró distinta, algo había en sus ojos, en el color de su piel, ahora podía  ver a una nueva persona.
Se dio cuenta que era más hermosas de lo que jamás había sido; algo en ella había cambiado, la hacía sentir más fuerte; Era más fuerte, más segura y por alguna razón un extraño sentimiento la embargaba, inundaba cada centímetro de su piel.
La mañana parecía ser diferente, el día anterior había discutido con él, con ese hombre que  creía era el amor de su vida, las cosas no habían salido bien y él se había marchado, pero los rayos del sol la llenaban de calma, parecían envolverla.
Entonces sin esperarlo una idea llegó a su mente, no supo donde había llegado ese presentimiento pero solo de imaginarlo se convertía en la persona más feliz del mundo.

Pero no era solo un presentimiento, era un nuevo comienzo, un camino que recorrería por el resto de su vida con la única persona que sería su verdadero amor, entonces los supo... iba a ser mamá.

martes, 10 de febrero de 2015

Tal vez

Cuando vi en la tienda esa gorra de piel  pensé que sería perfecta para ti, combinaría con tu sweater azul, ese que a pesar de estar un poco viejo sigue siendo tu favorito, combinaría incluso con tu perfume, con tus zapatos...

Formaría extrañas sombras en tu rostro, haría énfasis en tu nariz, es probable que incluso la haga lucir mas grande y valla que su tamaño ya es demasiado notorio pero no importa, a mi me parece una nariz completamente masculina, no sé si otros opinen lo mismo pero yo creo que sin tu nariz no serías tu.

Pero cuando lo pensé bien me di cuenta de que esa gorra no era para ti, le robaría el protagonismo a tus ojos, esos que a pesar de ser oscuros iluminan mi día, (he comenzado a creer que estoy loca por ver tus ojos pero no me puedo resistir, prometo que esta es la última vez... espero poderlo cumplir).

Son tan lindos, del tamaño exacto para creer que puedo saber lo que sientes con solo mirarte fijamente; pero esta vez se ven tristes, hace un par de semanas que no te veía así, creo que algo te ha pasado y quiero preguntarte que es, pero no se que decir.

Tal vez un "Hola, esta haciendo calor", es un buen inicio ¿no?... NO, es demasiado predecible... mil ideas, cien frases inundan mi mente mientras doy solo un paso pero ninguna parece ser adecuada así que, sin darme cuenta un tímido y apenas perceptible hola sale de mis labios y corre hacia tus oídos.
Los nervios me invaden mientras ruego que el volumen de esa palabra halla sido inaudible pero no, lo has escuchado y no se que contestar a tu -¿Cómo estas?-, me parece la pregunta más difícil del mundo pero sonríes y solo puedo pensar "tal vez"....

domingo, 8 de febrero de 2015

Una carta que llegó tarde...


Ella había llegado sin ser invitada, tal vez ese primer saludo había tenido más significado del que creía, un sencillo hola que rindió fruto después de dos años...

Se habían conocido por casualidad, estudiaban en el mismo lugar, tenían solo una amiga en común y decir amiga tal vez era decir mucho; pero de alguna forma y por alguna razón desconocida Ale conocía parte de su historia, los malos momentos que había tenido y la solución que había intentado darles...
Lian era una chica sencilla, amable, tierna y especial, tenía esa personalidad extraña que las personas que no saben quienes son odian, tal vez por eso algunos de los chicos a su alrededor la molestaban...
Lograban dañarla y lastimarla de una forma que ni siquiera eran capaces de entender y es que ella era distinta, era única y sabía a donde iba, tenía tan en claro su camino que las personas al percibirlo y sin darse cuenta temían...
Temían a una persona que sabía que el destino prepara cosas mágicas para cada uno de nosotros, una niña que además conocía los secretos que se escondían en los libros, en los inicios de las historias, detrás del gran roble de un cuento o el fondo de una taza de té...
Y  es que ella misma era la magia, era la dulzura, el brillo del vestido de una novia y las notas de una canción que pocos conocen.
Pero cuando Ale la conoció, no lo sabía, había pasado con ella un par de sábados por la mañana; la saludaba, realizaba sus labores y se despedía...
Pero tal vez estaban destinadas a estar juntas, a enamorarse una de la otra, a conocerse tanto que lograron enamorarse de sí mismas; era un sentimiento extraño, Ale jamás tuvo hermanos pero estaba segura que tenerlos se sentiría exactamente así.
Un día como cualquier otro, dos años después de ese primer saludo se encontraron en el mismo salón y con el paso de los días, sin darse cuenta sus bancas recorrieron los lugares hasta estar juntas.
Comenzaron a conocerse, a ser amigas y a compartir pequeños trozos de sus vidas, a encontrar personas que las hacían sentir bien, el grupo de amigas aumentó de número, reían, soñaban y se burlaban de los demás, de sus amores platónicos, de los compañeros que parecían no entender nada... se volvieron cómplices de estudio, de trabajo y de recesos en la biblioteca.
Llegó el momento de crecer, o al menos de avanzar y fue ahí donde realmente se convirtieron en mejores amigas, les llevó 2 años decirse hermanas, compartir todo, conocerse tanto como las barreras de cada una lo hacían posible.
De vez en cuando chispas desconocidas aparecían e iluminaban su amistad, renovaban los momentos y las hacían darse cuenta de que se conocían mucho pero que tendrían la vida entera para terminar de descifrar el enigma que era cada una.
Un día los horarios ya no eran los mismos, las responsabilidades las distanciaban y las unían al mismo tiempo, las dos buscaban el éxito pero sus caminos eran diferentes así que poco a poco sus senderos se separaban.
Algunos kilómetros adelante se volvían a unir en mesas de café, pláticas en la biblioteca o en unos extraños carruajes que fueron testigos de curiosas charlas, noches de lágrimas y momentos de silencio que dejaban al descubierto los sentimientos de cada una.
Pero había algo que las mantenía unidas, textos que como un susurro o a veces como un grito le decían a la otra lo que estaba pasando.
Pero esa última carta había llegado tarde, las letras decían que habían pasado 4´ 320, 000 segundos, el mismo tiempo que un reloj parisino había marcado mientras las cosas al rededor de las chicas cambiaban.
Ale sabía que esa no sería la última carta que llegaría tarde, pero estaba segura de que sin importar cuanto tiempo pasara las cartas siempre seguirían ahí, apareciendo en cualquiera de los buzones de las dos.
Textos sin previo aviso, contestaciones extrañas, llenas de letras borrosas, de manchas de tinta que solo las lágrimas pueden formar.

Pero esas cartas seguirían ahí, sin importar cuantas horas, minutos o segundos marcara el reloj, por que los tic tac solo significaban una cosa; que los recuerdos, el cariño y los buenos deseos esperarían el tiempo necesario para aparecer y escribir la primera letra en esas hojas en blanco.