lunes, 30 de marzo de 2015

Las huellas sobre mis zapatos

"Un hombre con zapatos limpios es un hombre con ideas claras", escuchaba esa frase todos los días antes de salir de casa, era la frase de mi madre.
Aunque el significado de  esas palabras ha cambiado tanto con el paso del tiempo...
Cuando era pequeño y veía a mi padre limpiar sus zapatos quería ser como él, me agradaba ayudarlo a lustrarlos, eso hacía feliz a mi madre y es posible que a eso deba mi manía de ver siempre los zapatos de las personas.
Cuando llegué a la adolescencia esas palabras eran tan desesperantes que sólo se comparaban a "Recoge tu cuarto" o a "Deja los video juegos y ven a ayudarme", me molestaba tanto; además, es probable que las demás personas ni siquiera notaran si mis zapatos estaban limpios, si eran cafés o negros o si sencillamente había decidido ir descalzo por el mundo.
Pero el tiempo pasó y me dio en la cara haciéndome tragar mis propias palabras cuando conocí a una mujer que me hizo volver a preocuparme por estar bien rasurado, ser organizado, amable y por supuesto mantener mis zapatos limpios.
Todo era tan sencillo, parecía que las cosas se daban solas, incluso agacharme para pasar una franela por mis zapatos me gustaba, pues a final de cuentas era para agradarle... y al parecer me dio resultado.
Y después de algún tiempo juntos esa mujer de la que me había enamorado y que había sido la única capaz de hacerme dormir del lado izquierdo de la cama me presento al verdadero amor de mi vida pero entonces, todo se volvió un caos.
¿Cómo era posible que esa personita fuera la causante de todo ese desastre?, de los platos sucios, de los dibujos de crayon en las paredes y de los círculos negros alrededor de mis ojos... si al inicio no parecía tan mala ¿Cómo pasó?
Cada día llenaba mi vida de descontrol y al mismo tiempo lograba hacer que la alegría se apoderara de mi, no hubo un solo día en que pudiera decir que no a su -Papi, ¿Me cargas de caballito?- y si he de ser sincero creo que jamás podré.Pero a pesar de todo espero que esta no sea la última vez que la vida haga que me cuenta de lo frágiles que son nuestras opiniones pues ahora no hay nada en el mundo que me haga más feliz que ver las huellas de unos pequeños deditos descalzos sobre mis zapatos luego de bailar Butterfly kisses.


"With all that I've done wrong, I must have done something right to deserve a hug every morning and butterfly kisses at night".

viernes, 20 de marzo de 2015

Entre cartas y flores secas

Me gustaría pensar que eres uno de esos chicos que conocí en el supermercado, un tipo guapo que encontré en la fila antes de pagar los impuestos.
Me gusta creer que eres una más de esas personas que llegaron un día a mi vida, atraparon mi atención por un par de minutos y se fueron.
Pero no, tal vez llegaste como ellos: sin avisar, apareciste una noche en el autobús y como ellos, desapareciste.
Si las cosas hubieran acabado así, conmigo bajando la escalera del bus y mirándote por la ventana todo hubiera sido perfecto, un cuento con un final feliz que duró hasta que el semáforo cambió.
Pero jamás olvidaré lo que pasó un par de noches después, dijiste "Soy Joel" mientras bajaba las escaleras como cada noche, tu nombre sonó cómodo, ligeramente atractivo; al menos lo suficiente para mantenerlo en mi mente  por casi dos semanas.
Después de no haberte visto algunos días volviste a aparecer como la primera vez... sin avisar.
Y entonces con tres palabras y dos signos de interrogación alegraste mi día -¿Cómo te llamas?- es curioso como una pregunta puede ser el inicio de algo tan grande, pero después de tantos detalles las cosas son distintas y heme aquí: 11 meses, 42 rosas y 9 cartas después, temiendo a tu recuerdo, esperando que las letras en esas hojas no me recuerden lo importante que aún eres para mí...

viernes, 13 de marzo de 2015

Sin despedida

Luego de tantos problemas y de tantos reencuentros había llegado el final...
Habían recorrido tantos caminos juntos, habían sido cómplices de charlas en la madrugada, de momentos divertidos y  de tardes de queso en el jardín.

Él guardaba muchos de sus secretos, en muchas ocasiones se habían distanciado pero siempre se volvían a reunir; esta vez no supieron en que momento se alejaron, después de un simple olvido ella se dio cuenta, era el final y ni siquiera habían podido decirse adiós...

Pero tal vez, si la vida lo decidía algún día volverían a estar frente a frente, encontrarse para seguir por el mismo camino o pasar un breve momento juntos.

Sabían que las posibilidades eran pocas pero ¿Qué podían perder?, esperarían ese fugaz instante para estar juntos solo una vez más....





lunes, 9 de marzo de 2015

“Son de aquí” le pone ritmo al mundo.


¿Crees que se llene?, preguntaba una joven que miraba a las hileras de sillas que, mas adelante, se encontrarían completamente llenas en el Forum Cultural De León. 
Aún con luz de día y con las pantallas ya encendidas entraron al escenario cuatro parejas para dar inicio al espectáculo que, como parte de la cartelera de “El ritmo del mundo, flujo sonoro en movimiento” amenizarían la noche. 
Bajo el nombre de “Tangomate” las parejas bailaron al ritmo del tango y mientras la noche caía y uno de los integrantes del grupo interpretaba la canción “Fumando espero” el aroma del aire cambió. 
Un hombre sentado en una de las últimas filas, consumía lentamente un cigarrillo cuyo humo se combinaba con el aire fresco de la noche. 
Después de su presentación “Tangomate” invitó a cuatro parejas del público a subir al escenario con la promesa de que aprenderían a bailar tango. 
Después de la segunda llamada y sin haber sido anunciada la tercera, el grupo “Son de aquí” curiosamente provenientes de la Ciudad de México apareció en el escenario para hacer la noche suya, según dijeron algunos de los asistentes. 
Al ritmo de los tambores, las guitarras y el movimiento de las luces comenzaron a tocas la canción “para ti mi guaguancó”. 
Con una mezcla entre el reggae, el funk y el hip hop, Andrea Consejo y Violeta Romero con faldas y camisas blancas y un pañuelo azul o naranja respectivamente atado a la cintura comenzaron a bailar. 
La duda surgió entre los presentes que entre murmuros preguntaban “¿La de azul está embarazada?”. 
En efecto, una de las bailarinas estaba esperando un bebe aunque, para bailar al ritmo de “Yo sin tu amor no puedo vivir” eso no parecía ser un impedimento. 
El concierto contó con la participación del cantante invitado Fred Andandé quién, junto  a Leonardo Prieto interpretó la canción “Buscando razones”. 
Después de más de hora y media de concierto el grupo se despidió cantando “Luna negra” y “Una casita”.